Cuando
este personaje citó a la prensa local con el pretexto de anunciar un proyecto,
le respondí que no había proyecto posible si era manejado por un hombre con 30
años y medio en la fuerza y a punto de retirarse, “¿Qué proyecto puede manejar
un hombre que, a fin de año se retira?”, le pregunté en aquella ocasión,
palabra más, palabra menos. Comprendí que este oficial venía a hacer una
limpieza en el distrito. Ese era su cometido y no optimizar el funcionamiento
de una fuerza diezmada por la incapacidad de sus conductores y del propio
gobernador. Perillo, con la salida del mejor comisario que hemos tenido en
Lanús, el titular de la comisaría primera, Adrián Brulc, demostró a que había
venido. Vino a desmantelar la seguridad, al mejor estilo Nilda Garré. La
montonera, que hizo de su cargo un instrumento de venganza, tiene esa impronta,
por eso se enfrenta al pelado Berni, que tiene un pasado militar y la misma
sintonía en cuanto al maltrato de la tropa.
Con esta porquería manejando la seguridad del país, suena lógico que
vivamos tras las rejas y los delincuentes protegidos por los DDHH. Brulc,
premiado como el mejor oficial policial del conurbano, se va. No decide aún su
destino. Tomará licencia y pensará cuanto ha perdido del contacto con su
familia para brindárselo a una fuerza que solo se interesa por la caja. Y no
hablo de la tropa, hablo de Casal, Scioli, Castronuovo, el extinto Paggi o el echado
Abramo. El pueblo no tiene injerencia en estas internas y debería, porque de su
suerte depende la de nosotros. Que en lugar de mil, tengamos solo 300
efectivos, es parte de la crisis desatada por esta secretaría y este modelo de
política que defiende la caja electoral y desatiende la salud, la educación y
la seguridad. Factores que imaginaron quienes desperdiciaron el voto en esta
gestión. Con la salida de Brulc y la anterior de Pedro Aguirre, se termina la
policía que comandaba Lanús. Comisarios reemplazados por sub comisarios es la
nueva disposición de Perillo, el jefe departamental que sale en la foto cuando
aprehenden a perejiles y no desmantelan las cocinas del distrito. El pueblo
merece saber en que manos estamos. El intendente debe saberlo para tomar las
decisiones correctas. Brulc tendrá, por su capacidad, un destino mejor, quizás
termine aceptando el ofrecimiento de la Metropolitana que triplicaba su sueldo
y le ofrecía la posibilidad de concretar su anhelo de manejar un helicóptero,
para lo que se había capacitado. Nosotros nos quedaremos con Perrillo, el
hombre que comanda un cuerpo desmantelado y dice que puede solucionar algo.
Algo que todos sabemos que no puede. Porque no tiene los medios y, tampoco sabe
como administrar los medios de los que dispone. No vendrán, como aseguró Casal,
más de 1.500 efectivos a Lanús. Vendrán quince y, posiblemente, de los quince,
diez serán mujeres, Y para no molestar a las defensoras, informo que la mayoría
de las que asumieron, se embarazaron y hoy tienen carpeta médica. Lindo para
una mujer que ve coronada su ilusión, grave para la fuerza que pierde efectivos
y vacantes. En lugar de Brulc llegaría
el comisario de la sexta, Reboredo, un hombre de acción que, el mismo
Brulc se encargó de elogiar. En la sexta quizás quede un buen elemento como
Galli, en la décima asumió González que debutó rompiéndose la mano en un
operativo.. Se va Morano de la quinta, quizás por problemas de salud, abandona
una comisaría complicada a días de haber asumido. Lo que nos queda es rogar
para no volver a las planas de los medios y lamentar otra muerte evitable. También
de nosotros depende.
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