Personal
de la oficina de Tránsito, apoyada por personal de la comisaría primera de
Lanús, a cargo del comisario Roque Marcelo Lizzano, detectó una maniobra
ilícita en el Palacio Municipal cuando una persona con domicilio en Florencio
Varela, admitió haber pagado quinientos pesos a otra para que “agilizara” la
obtención de un registro. En la investigación que inició el agente Julián César Calderón y que prosiguió el personal
policial, se determinó la intervención de una tercera persona, presuntamente
empleado municipal. Todos fueron trasladados a la sede policial. De esta forma
queda desbaratado un accionar delictivo que, en otra época, era moneda
corriente en el municipio. Hoy, apoyados en la tecnología y mayor personal
afectado al tema, se puede tramitar el registro sin necesidad de “agilizaciones”
ajenas al proceder del personal municipal y con el apoyo incondicional de la
policía del distrito.
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