Esta mañana, trabajadores del Sindicato de Trabajadores de la
Industria de la Construcción (Sitraic) realizaron una protesta en el cruce de
las calles Alsina y Malabia, por “el despido del conjunto de los 13
trabajadores” que trabajaban en la Escuela Judicial y la Escuela Técnica de
Artes y Oficios de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).
Posteriormente, los empleados se movilizaron a la delegación del
Ministerio de Trabajo local".
Desde la UNLa, aseguraron que las acusaciones son “infundadas”. “El
gremio reclama que la empresa que ganó las licitaciones y está construyendo
contrate trabajadores afiliados propios y no a los afiliados a la UOCRA. La
Universidad aclara que no interviene ni tiene responsabilidad alguna en
internas sindicales”.
Al respecto, Víctor Grosi secretario General de Sitraic indicó: “En esa
oportunidad entablamos un diálogo con los trabajadores quienes en su totalidad
se afiliaron al Sitraic para mejorar sus condiciones de trabajo y empleo, las
cuales eran paupérrimas. Los trabajadores no sólo se encontraban trabajando en
negro y no contaban con la ropa reglamentaria, ni los elementos de seguridad e
higiene correspondientes, ni baños, ni comedor, ni vestuarios, sino que también
a algunos de ellos se los albergaba en la misma obra descontándoles de sus
salarios los precarios colchones en los cuales intentaban descansar por las
noches”.
“Los trabajadores decidieron en asamblea, junto al Sitraic, notificar de
esta situación a la empresa encargada de los trabajos, AC&E Suministros SA
y a las autoridades de la universidad para que regularizaran de inmediato la
obra y las condiciones de trabajo mientras la construcción permanecía parada.
Estas irregularidades fueron denunciadas y verificadas por el Ministerio de
Trabajo de la provincia de Buenos Aires. La respuesta de la empresa y de la
universidad fue el despido del conjunto de los 13 trabajadores de la obra todos
ellos afiliados al Sitraic. Y unos días después incorporaron "a la patota
de la UOCRA, en la obra junto a la universidad y en el obrador que se encuentra
funcionando en las instalaciones del predio de Abremate para disuadir a
los trabajadores de no regresar a sus puestos de trabajo. Esta patota es la
responsable de innumerables crímenes y es reconocida nacionalmente como un
grupo de choque contra los trabajadores", señalan desde Sitraic.
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