Intendentes siguen esperando los fondos

El convenio del Puente AU7 se firmó, como se firmó la construcción del parque curtiembrero que el titular de ACUMAR, Juan José Mussi, anunció que se terminaría en Marzo, pero que no se ha concretado, ni siquiera, la forma de financiar la construcción de los galpones nuevos que cobijarán a las empresas ¿Lo financia el estado?¿Los curtiembreros están de acuerdo en invertir para esa construcción?¿Existe algún acuerdo firmado para ello? Incógnitas que nadie devela. Los planos muestran que el predio ya fue parcelado, pero nadie informa como sigue esto. Lo peor es que el dinero no llega desde Nación, y todas las promesas municipales están inmovilizadas, poniendo en riesgo la seriedad del propio intendente que vaticinó una segunda gestión llena de obras que hoy, no puede cumplir. Se ha hecho mucho. Negarlo sería necio, pero lo que falta, opaca lo que se logró. Asfaltos destruidos, basurales que persisten, calles que se inundan aunque, como indica el ex Secretario Bonfiglio, “Después de finalizada la lluvia, se desagotan las calles”. El incremento en las tasas y la cuota para Protección Ciudadana, no cayeron bien en la ciudadanía, peor aún, cuando no se ven los resultados inmediatos. En Marzo vuelve la vida cotidiana, pero vuelve los chorros que se fueron a “trabajar a la costa”, ¿Estaremos preparados para el desafío?. Lanús tiene en carpeta inmensos cambios que fueron detenidos por un hombre viejo, aferrado al pasado y al modernismo. Darío propuso el cambio. Aún falta el centro Cultural de inversión millonaria, los puentes, el micro estadio, el centro para vialidad que aún no fue repuesto, el paso para discapacitados que se prometió al inicio de la gestión y la inversión en seguridad, entre otras cosas. Es hora que el gobierno deje los discursos y comience a concretar lo mucho que anuncia. Los mismos intendentes, a pesar de ser rehenes de la caja, comenzarán a exigirlo para salvaguardar su compromiso. Es hora que la peleíta de Mariotto para socavar a Scioli, deje lugar a la gestión. Nosotros, el soberano, pagamos por ello. Y pagamos mucho. Y pagaremos mucho más, gracias a decisiones desesperadas que buscan tapar agujeros que, ellos mismos causaron con el despilfarro.