La versión oficial dice que se entregaron 18 nuevas viviendas de las construidas en el Bº Talleres de 20 de Setiembre y Gral. Paz, que se extiende hasta la avenida 2 de mayo, la del basural crónico que ocupa tota la cuadra y rodeada de una calle sin asfaltar que se convierte en laguna contaminante en cada lluvia (o sin ella). Anuncian que estas viviendas se suman a las “38 ya entregadas y quedan 90 por edificar”. Darío admitió la importancia de la vivienda propia y agradeció a los vecinos porque, “Sin ellos hubiese sido imposible hacer esto”. No sabemos a que se refiere. El plan de viviendas, no arrancó en el 2.008 como informan, sino en el 2.004 con la llegada de representantes del BID, y fueron otorgadas a vecinos de la villa de 20 de setiembre con el objeto de erradicar ese foco de delincuencia que, ni Baratta y 400 efectivos, pudo concretar. Hay varias omisiones importantes, no se habla de lo que sucederá con las viviendas precarias que aún persisten. Supuestamente serían reemplazadas por las 90 en curso (en curso, pero sin inicio). No se habla de las 72 viviendas que contemplaba el plan original, dicen que hay 38 y se suman 18, o sea 56, ¿Y las que restan? No se mencionó nunca que llegaron a Lanús dos préstamos de 12 millones en la gestión de Manolo y otros dos de igual importe en la de Darío, ¿Con casi 50 millones de pesos se edificaron solo 56 viviendas de construcción precaria, con techos de chapa y dos habitaciones para familias integradas por cinco a siete hijos, ¿Se comprende por que todavía existen las casas precarias de la villa? Ahí quedan los hijos mayores que serán los que reclamen luego, por nuevas viviendas y el ciclo continúa y la municipalidad firma convenios que no cumple y maneja con discrecionalidad el dinero. Es mentira que fuera necesario un censo porque las familias ya habían sido designadas, por eso fue el piquete y la posterior respuesta municipal. Después de ocho años, todavía hay algunos que no recibieron nada. En aquella época me querían convencer que los nuevos propietarios pagaban 29 pesos de cuota por los terrenos, o un jefe de obra que, cuando le dije que el favor lo pagaban con votos, me aseguró que no votaban porque eran indocumentados (¿Como los anotaron entonces? No hubo respuesta). Fue cuando intentábamos resistir al plan de edificación que se llevaba parte de la historia de la zona, la cancha de Sarmiento que nos vio jugar a varias generaciones de pibes. Alguno dirá que nos oponíamos al progreso. Viendo que, ocho años después no se ha concluido el plan, sabiendo que muchos de los habitantes de la villa son delincuentes con prontuario y, aún activos. Sabiendo que los propietarios aledaños no pueden vender sus viviendas por este paisaje que suma temor e inseguridad a la zona, me pregunto cual fue el progreso, a menos que se refieran a su estado patrimonial que, de villeros pasaron a propietarios sin poner un peso (¡Ah, y con cloacas) Y aquí no voy a generalizar porque se que hay vecinos probos que quizás lo merecieron, pero nunca se hizo nada para purgar la zona y volverla más segura, como nunca se pudo erradicar el basural y evitar los cortes de luz. Finalmente, informan que, terminada la tercera etapa (la de las 90 viviendas restantes) el número se elevará a 128 adjudicaciones”. Es decir que, 56 más 90 no suma 146 sino 128. Ahora es más fácil entender la lógica municipal. No son corruptos, son ignorantes, ¿Qué seremos nosotros, que los sostenemos con los impuestos entonces?, no me conteste, por favor.
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