El
acto del jueves 13 de setiembre en plena Plaza Belgrano, en el que se colocó el
busto y una placa recordatoria de la joven Carla Arduini, tuvo picos de
encendida emoción y ribetes tragicómicos. El busto en si, fue construido hace
más de dos años, en aquella época, habíamos publicado una nota con Norma
Bonelli, vecina y amiga de Lanús, en la que difundimos la imagen del busto de
la hermosa niña que perdiera la vida a causa de la desaprensión de un individuo
que conducía un camión con serios problemas de frenos que cruzó, en rojo, el semáforo de 25 de mayo e Hipólito
Irigoyen, en pleno corazón de Lanús. La niña, que estaba con su abuelo materno,
fue arrollada y arrastrada varios metros, perdiendo la vida en forma instantánea,
mientras el conductor era detenido en la siguiente esquina, según nos informara
el agente municipal de vigilancia, hoy en el HCD, de apellido Márquez.
Volviendo al acto, hay que destacar la presencia de las madres del dolor, como
Delia Martínez, la madre de Brian Palacios, el chico arrollado por un colectivo,
entre otras, que acompañaron siempre a Norma, obviamente, también a su padre
Héctor Arduini, quien se mantuvo en un segundo plano dentro del acto, aunque
desbordó en lágrimas en varios momentos de la oratoria de Bonelli, quien se
quebró mientras hablaba, no pudiendo guardar su emoción cuando admitió,
“Hacemos este acto para hablar de la muerte de mi hija”, y se explayó sobre la
tarea que se inició sobre el tema de la seguridad vial. La siguió la concejal
Mabel Gagino, un funcionario provincial del área de seguridad vial, y el
secretario de gobierno, Dr. Viscellino. Hasta aquí la crónica escueta de un
acto largamente esperado, al que no concurrió el intendente porque tuvo la
brillante idea de generar una reunión sobre seguridad, el mismo día y, a la
misma hora. Las perlitas del encuentro son varias, la principal es que, ante la
ausencia de funcionarios del oficialismo, Norma le pidió a la concejal del Gen,
maría La Rosa, si podía pronunciar algunas palabras, a lo que la edil accedió.
La propia Norma avisó a la municipalidad de esta novedad, acto seguido se leyó
una adhesión de Gagino, excusándose por la ausencia para, inmediatamente y, por
micrófono, se anunció que la edil estaba llegando con el concejal Montero, es
decir, politizan hasta el homenaje de una niña que perdió la vida por la
impericia de la oficina de tránsito municipal, cuyos referentes se hallaban en
el acto. Como se trataba de un acto que trae aparejada toda una situación legal
detrás, como lo es el proyecto de Norma de seguridad vial, llamó la atención
que los recién llegados, estacionaran sobre la senda peatonal y obstaculizando
la rampa para discapacitados. Una tontería comparada con la importancia del
evento, pero una señal del rumbo de esta gestión, por lo menos desprolija. La
otras desprolijidad fue proyectar las imágenes sobre una pared justo donde
transita la gente que circula por la plaza, obligándola a descender a la
calzada, cuestión ajena a Norma y solucionada por el Secretario del HCD,
Guillermo Soria que mandó cortar la sección de la proyección para impedir que
los transeúntes pasaran frente al proyector, pero dejando una senda abierta
para el paso de estos. En el camino queda aquella decisión de darío de destruir
el predio de educación vial que Norma había pedido para utilizarlo como un
lugar de instrucción con apoyo nacional, convirtiéndolo en una plaza de la
memoria a la que, solo asisten los funcionarios de DDHH en ocasión de alguna
fecha histórica, olvidando, por lo menos hasta ahora, la promesa de construir
el circuito en la zona del cementerio de Lomas.
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