Las
malas noticias siempre se imponen en una sociedad donde los que deben
garantizar la vida democrática, están más interesados en solventar su vida
privada que en defendernos. Esto sucede cuando la caja manda y el deber se
obnubila. Por lo menos es lo que se desprende de esta información que habla de
una decisión municipal de voltear una de las cajas históricas de la policía del
distrito, como lo fue el suministro de combustible. La fuente indica que la
decisión tomada tiene que ver con el tema del suministro de gas oil que se
prestaba en el corralón municipal, “Históricamente, la policía retiraba del
corralón, 600 litros diarios de gas oil. La cuestión surgió cuando se controló
este gasto y se analizó que ya no existen móviles policiales que consuman este
combustible, actualmente los móviles son a nafta. Investigado el tema, se
descubrió que el camión cisterna que retiraba el combustible, lo derivaba a una
estación de servicio del distrito, generando un pingüe negocio de casi 900 mil
pesos anuales”. La fuente, inobjetable, nos decía que la actual cúpula policial
estaría ajena al hecho (no les dieron tiempo) y libera de sospechas a los jefes
Perillo, Quinteiros y Bustamante. Sin querer cargar culpas, la información,
indirectamente, deja como cómplices del negociado a los jefes anteriores, es
decir, Abramo y García y sus antecesores. En conclusión, la pérdida de esta
caja no pudo ser asimilada por parte de la fuerza que, en consecuencia, habría
tomado represalias, no contra el municipio, sino contra los ciudadanos, generando
esta ola de inseguridad. La teoría no es descabellada si se toma en cuenta la
modalidad violenta de los últimos casos donde se recurre al asesinato a pesar
de no existir resistencia de parte de las víctimas o el sistema perverso de
gatillar sin balas, a fin de sembrar el pánico en la población, un estilo,
decididamente mafioso. En este punto, hay que ser prudentes y esperar que la
investigación en curso, defina quienes son los responsables. Luego si,
exigiremos todo el peso de la justicia para castigar a estos asesinos en las
sombras, si es que los hay.
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